Mis amigos me dicen que cuando me voy a echar pareja, y lo les digo que ya llegará. Pero es que a veces me pregunto si con lo cafre que soy cuando se me acerca una chica, pues esta idea podrá cobrar vida en algún momento.
Esta no es más que otra historia en la que una chica se acerca a ti con las mejores intenciones del mundo y ocurre otro desatino de eso en que mi neurona se vuelve la más payasa del mundo y se luce.
Tenerla cerca es de lo mejor que me ha pasado últimamente. Con todo el arte y la gracia me recuerda (porque yo no me acuerdo) el día en que nos conocimos y como me lancé a su yugular porque era psicóloga. Este es el primer desatino y el cual después podría haber terminado en un “que te pudras” o un “hasta nunca”. Pero ella es de otra pasta y se quedó ahí a mi lado, en la distancia…intentando entenderme en algunas ocasiones, ganándome en otras y por encima de todo valorándome como persona y ayudándome a crecer.
El tiempo dio la razón a su trabajo y a su forma de enfocarlo, donde se me quitan las ganas de atreverme a cometer otro asesinato como el del primer día con cualquier otro psicólogo/a. Y es que no me ha convencido con palabras…sino con gestos, con su trabajo continuo y entregado, muchas veces hasta el más puro agotamiento físico y mental, pero con un fondo claro: las personas.
Vitalidad al 200%, no le faltaban cosas por hacer, sitios a los que ir, cursos en los que prepararse para ser mejor, es y siempre será una fuente inagotable de recursos, alternativas, ocio…y no es que sea una fiesta andante. Es que ella es una persona cargada de energía, rebosante por todos sus poros…contagiosa, que se te pega y te llena…es como una droga buena.
Y siempre me quedaré, y lo sabes, con las ganas de verte en tu trabajo. De ver tu entrega absoluta a lo que haces y en lo que crees. De pasar por mis ojos como una película de cine mudo cualquier encuentro con tus alumnos en esos descansillos, donde seguramente tus gestos, tu cercanía, tu continua fuente inagotable de recursos….pues pondrán algo de luz en el camino de esa persona que tienes delante.
Es sin duda, la experiencia que yo también he vivido a tu lado, cuantas veces me apoyaste en la búsqueda de trabajo, en aguantar los chaparrones, en ver las cosas siempre desde el lado positivo…en aferrarme a lo que tenía más cercano y me ayudaba a dar pasos, a hacerme valiente ante las adversidades.
Una mujer fascinada por Granada….como yo. Aunque después fue fruto de otro desatino por otros motivos, pero que también dio su juego y con el cual pues también fuimos acercándonos. Quizás ese “repeluz” por la ciudad y por las circunstancias me acerco más a ti, no tanto por lo que recordaba o traía a tu memoria, sino más bien por la ventana que se había cerrado y la puerta que yo había abierto al otro lado casi sin darme cuenta…. Una ventana con sentimientos encontrados muy diferentes y que hablaban de otras cosas. Y es que sin duda, me enamoras el alma y el corazón.
Convencido, pero consciente de que no era el mejor momento, pues me dí la oportunidad de volverme loco y cometer locuras de las cuales no estoy arrepentido pero que fueron otro desatino, a mi modo de ver. Y como en el primero, el segundo, y el tercero….ella se quedó a mi lado, donde todavía mira expectante hacia mí y sigue con la misma alegría y vitalidad.
Y es que podré seguir cometiendo desatinos, porque quizás alguien, en algún lado del Universo pues ha querido que esta historia sea así. Y ojalá ese alguien pues me diese oportunidades tan grandes como está para forjar grandes lazos con estas personas que aparecen en el camino y que comienzan a formar parte del corazón.
Y seguiremos poniéndonos velas negras, o copiándonos, o chinchándonos…y también disfrutándonos en los encuentros, en las conversaciones…y espero que creciendo juntos en nuestra vida por muchos días.
Y no puedo más que dar Gracias, darte las gracias y no dejar de hacerlo nunca porque como dije antes…eres lo mejor que me ha pasado en los últimos años de mi vida. Y deseo en mi corazón y en mi alma que sigas siendo como hasta ahora en tus principios y que sigas creciendo y siendo tan generosa con tu vida como hasta ahora.
Mil Gracias.
Una preciosa historia de desatinos
domingo, agosto 10Publicado por José Antonio en 3:44 p. m.
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