Adivina...

Si leo los misteriosos posos, que acaba de dejar en mi taza favorita, el helado a stracciatella que me acabo de comer puedo ver como algún día descubriré el brillo de tus ojos al amanecer o el suave tono vespertino de tu voz.

Sentir que cada mañana rompes mis sueños para cuidar lo que más quieres. Desvelarme y sentir que apenas treinta minutos me separan de ritmo cotiano. Volver, con la mente perdida en el quehacer diario, a disfrutar los últimos minutos de mi cama vacía.

Y a la noche reencontrarme otra vez contigo, con el mismo sonido y entre las mismas plantas que iniciaron nuestro día. Y saber que durante 8 horas hemos estado tan distantes y tan zambullidos en el ir y venir de las cosas.

De nuevo las sacaremos al balcón, les susurraremos palabras sencillas y queridas, les regalaremos nuestras gotas más preciadas de agua y las últimas horas de sol plegando nuestros toldos.Buenas noches preciosas, hasta mañana.

Tú y yo, los dos día a día, cuidando de nuestras plantas, haciendo lo mismo. Subir el toldo, entrar las plantas. Bajar el toldo, cuidar las plantas.

Con un solo tabique de por medio… y ni siquiera te conozco. Pero unas plantas tan preciosas no pueden ser fruto de algo pasajero.

Pararé en mi rutina, para despertar un día junto a tu balcón y poder cuidar juntos nuestras plantas. Quizás ese día pueda descubrir tus Buenos días altanero o tus Buenas tardes cansadas y ver el brillo de tus ojos al crepúsculo del sol.

Pero nadie habló nunca de que el helado de straciatella tuviese poderes mágicos. ¿quieres que te lea los posos de tu helado de starciatella?

Se acabó lo bueno...

Pajaros en la Cabeza

Anoche, de madrugada pasabas y repasabas tu alma perdida. Perder la conciencia que te hace temblar. ¿volverte invisible? Llego y no me mirás…lo mismo ya no éxito para tí. Demasiados pajaros en la cabeza a los que darle de comer, demasiadas historias y un sin fin de sentimientos que se aglutinan esperando su particular big bang.

Sabes que no soy como tú que aún sigo esperando un milagro, ese minuto de gloria que me haga estremecerme por dentro y saber que puedo confiar en alguien sin tener que presentarme a un casting, sin tener que actuar en el papel de alguién que se me escapa. No quiero tu Universo sobre mí. No puedo. No hay flores para los amantes.

Pero aún quedan dias de verano para emerger con rabia en el rio sin pensar en ti, sin cielos de nubes negras y buscar el momento de mi revolución y saltar e ir a por ella. Descubrir la dulzura de su mirada y decirnos a escondidas palabras prohibidas…y jugar al tira y afloja con los corazones para cambiar mi alma perdida por las almas enamoradas.

….y a Marta, Guille y los demás. Besos y Abrazos. Ahora me toca a mí.